El vino más antiguo aún bebible: Se llama Speyer y es una botella de vino romano de más de 1,650 años que fue encontrada en Alemania. ¡Aunque probablemente no querrías probarlo!
El brindis tiene historia: Los antiguos romanos chocaban las copas con fuerza para que un poco de vino se mezclara entre ambas, demostrando que no había veneno involucrado. ¡De ahí nace esta tradición!
El Carmenere, el “resucitado” chileno: Esta cepa originaria de Francia desapareció tras la filoxera en el siglo XIX, pero fue redescubierta en Chile en 1994. Hoy, es una de nuestras grandes insignias vinícolas.
Un beneficio inesperado: El consumo moderado de vino tinto está asociado a beneficios para la salud cardiovascular gracias a sus antioxidantes como el resveratrol.
La cantidad de uvas por botella: Cada botella de vino contiene aproximadamente 600 uvas. ¡Así que en cada copa hay más trabajo del que parece!
El vino está lleno de curiosidades que lo hacen aún más interesante. La próxima vez que brindes, recuerda alguno de estos datos y sorprende a tus amigos.
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